COLECCIONES VIVAS DE UN JARDÍN BOTÁNICO. ¿QUÉ SON Y CÓMO SE MANEJAN?

Las colecciones vivas de un jardín botánico son un grupo de plantas que representan un alto valor ecológico y cultural y que son fundamentales para los planes de conservación y restauración de las especies de un país en específico o de una región en particular. El alimentar la colección viva de un jardín botánico representa una labor de gran de esfuerzo y dedicación por parte de las personas que llevan a cabo esta noble tarea, solo con la finalidad de contribuir a la conservación, restauración y progreso en el mantenimiento de la riqueza vegetal.

Para que un individuo vegetal pueda pertenecer a una colección viva de un jardín botánico debe cumplir las siguientes exigencias

1. El material debe ser extraído de manera legal de su sitio de origen. No debe haber sido hurtado.

2. No tener problemas fitosanitarios, que esté completamente sano.

3. Contar con los datos de recolección, los cuales son: fecha de colecta; lugar de colecta incluyendo las coordenadas; tipo de material vegetal (puede ser ornamental, forestal, frutal, aromático, legumbre); descripción del hábitat, entre los que se incluyen la altitud, la temperatura, la topografía, etc.; y los datos personales del recolector.

Jardín Botánico Alexander Von Humboldt, Ibagué, Tolima, Colombia

4. El material vegetal puede llegar al jardín botánico en las siguientes formas: plántulas, semillas, esquejes, raíz desnuda, plantones, rizomas o bulbos.

5. Las plantas deben contar con el aval del curador que analiza las colecciones vivas.

6. Fundamental hacer un registro de ingreso que es complementario a los datos recopilados por la persona que extrajo el material vegetal.

Jardín Botánico de Neiva, Huila, Colombia

Tratamiento de ingreso según el tipo de material vegetal

Si es en semilla

Diligenciar su ficha de ingreso. Desinfectar la semilla; analizar su calidad; establecer según los antecedentes de manejo si es importante remojar o no y de ser así por cuanto tiempo; si es conveniente colocar a exposición solar o mantener en sombra.

Se procede a sembrar las semillas en bolsa o hacer semilleros en eras y aplicar agua. Llevar un control fitosanitario y de crecimiento constante. Cuando las semillas germinen, según la especie se dictaminará por cuánto tiempo se mantendrán en ese mismo lugar para luego ser trasladadas a campo previo a un periodo de rustificación, que puede oscilar entre los 12 a 20 días.

Si es en estaca

Se recomienda simplemente hacer un pequeño corte en el extremo inferior, aplicar hormona enraizante y sembrar en bolsa de vivero. Se debe diligenciar su ficha de ingreso.

Si es en raíz desnuda

Se desinfecta utilizando una combinación de un bactericida con un funguicida y de ser posible agregar también un enraizador; luego se siembra en bolsa plástica dándole espera a que logre la altura ideal para luego ser trasplantada. Se debe redactar su ficha de ingreso.

Si es en rizoma

Si se tiene la certeza que proviene de una planta que estaba sana y libre de presencia de plagas o enfermedades se puede sembrar directamente en campo. Si no hay seguridad en ello, lo mejor es sembrarlas en bolsa y mantenerlas en observación por 40 días y luego determinar si es un material apto para llevar a campo definitivo. No olvidar realizar su ficha de ingreso

Si son esquejes

O también llamados seudoestacas, se recomienda que no estén muy largos, de más o menos 12 cm de longitud y que tengan las raíces sanas, hidratadas y bien formadas. Se aconseja sembrar en bolsa de polietileno y mantener este material allí hasta que cumpla con la altura mínima para poder ser trasplantado. Finalmente redactar su ficha de ingreso.

Lo más importante es mantener en primera instancia en cuarentena el material que ingresa al jardín, el objetivo es descontaminarlo y que no vaya a contaminar ningún espécimen de la colección ya establecida. El propósito inicial fundamental es que el material esté libre de plagas y enfermedades.

Para finalizar, tener en cuenta

1. Que los especímenes estén debidamente documentados.

2. Que las instalaciones o invernaderos estén en condición de brindarle cobijo al material a largo plazo.

3. Que estas instalaciones sean óptimas para el personal que va a estar tratando este material, en sí, que se brinde la comodidad de tomar datos de monitoreo y generar estrategias de conservación y labores de investigación.

4. En lo posible tener un número mínimo de individuos por cada especie recolectada, esto con el fin de lograr diversidad, para que en caso de pérdida o mortandad de algún material vegetal se conserve la mayor cantidad posible de ejemplares por especie.

5. El llevar un manejo responsable de este material debe ser por un profesional que ejerza la labor de curador de manera idónea y capacite al personal operativo en el mantenimiento de estas plantas. Que también elabore un control de inventario etiquetado, al igual que establezca una inspección sanitaria y nutricional (en lo posible orgánica) documentada del material vegetal a su cargo.