QUE ES SILVICULTURA

La silvicultura se refiere específicamente al cuidado de los montes y de los bosques enfocándose principalmente en su cultivo y mantenimiento. La silvicultura gestiona también la implementación de técnicas apropiadas para mantener un bosque en una producción continua y que sea sostenible a mediano y largo plazo, siempre con la finalidad de no poner en riesgo la biodiversidad del lugar, un ejemplo de esto es la producción de madera y corcho.

Silvicultura urbana

Una rama muy importante de la silvicultura es la que se lleva a cabo en las ciudades y es la que se conoce como la silvicultura urbana, esta se enfoca en el mantenimiento del arbolado urbano en su parte sanitaria; de igual manera en lo ornamental con proyectos de paisajismo y en lo ambiental trabajando en temas de reducir el efecto invernadero y mejorando la calidad de vida de una ciudad.

Un factor determinante en su desarrollo e implementación es la presencia de aves en las ciudades, lo cual hace que esta labor tome mayor relevancia en crear corredores utilizando los arboles para el tránsito de las aves en busca de alimento, anidación y refugio.

Explotación forestal

La explotación forestal hace referencia a que del bosque se obtienen materias primas como lo nombramos anteriormente, la madera y el corcho, del mismo modo la celulosa para la fabricación de papel, aceites esenciales, resinas, gomas, entre otros; y la labor de silvicultura se enfoca es en la conservación y sostenimiento del bosque logrando aprovecharlo de modo regulado.

Plántulas de árbol samán. Albizia saman

Al llevar a cabo una explotación forestal se corre un riesgo muy alto en generar deforestación y daño significativo al bosque, no solamente en sus especies vegetales sino también en las de animales y fúngicas. La silvicultura se convierte entonces en la principal herramienta para llevar a cabo planes de reforestación y conservación en aquellas áreas que han sido taladas, quemadas o devastadas por diferentes causas como la siembra de cultivos ilícitos, ampliación de la frontera agrícola sin planificación ecológica, incendios forestales, actividad ganadera, construcción, entre otras causas.

Silvicultura intensiva y la silvicultura extensiva

En la explotación forestal podemos hablar de dos conceptos importantes, la silvicultura intensiva y la silvicultura extensiva, conozcámoslas más en detalle.

La silvicultura extensiva

Se refiere a trabajar en proyectos de bosque en grandes extensiones enfocados a planes educativos, ambientales y de turismo, en donde el componente social, ambiental y económico es pilar para ponerlos en marcha.

Individuos forestales listos para ser sembrados en campo

La silvicultura intensiva

Trabaja técnicas para sacar el máximo provecho de una plantación forestal en donde se busca una producción óptima de masa leñosa, así mismo en renglones como la producción de celulosa y aceites.

El aporte de la silvicultura en la economía

Esta noble labor que pertenece al renglón primario de la economía no solamente nos aporta la gran tarea ambiental de conservación en pro de la biodiversidad en especial de las especies vegetales nativas, sino también el emplear a personas en la parte técnica y operativa, pues es un sector que genera trabajo siendo un componente trascendental, pues la mano de obra que concibe se da en regiones apartadas a personas que conocen los bosques nativos, creando así posibilidades de desarrollo, inversión y el crecimiento de la economía en estas regiones.

En Colombia la región en donde más se desarrolla la silvicultura es la andina.

Una de las zonas importantes que requiere con urgencia la labor de la silvicultura es en la cuenca del pacifico, en donde se encuentra el departamento del Chocó, que es uno de los más afectados por la violencia, el desplazamiento forzado, la minería ilegal y la corrupción. Aun así, es una joya a nivel mundial en biodiversidad y se debe luchar por no dejarla en el olvido.

Como reflexión podemos decir que en nuestras ciudades y campos de Colombia es un deber de la comunidad impulsar, apoyar y participar los programas de reforestación y silvicultura que se estén llevando a cabo en nuestras ciudades y campos. Ya sea que las estén ejecutando entidades públicas, privadas o sin ánimo de lucro; podemos hacerlo sin invertir dinero, pero si con nuestro tiempo ofreciéndonos como voluntarios apoyando las labores de siembra.